lunes, 5 de julio de 2010

Análisis de las Décimas

Muda, triste y pensativa
ayer me dejó mi hermano
cuando me habló de un fulano
muy famoso en poesía.
Fue grande sorpresa mía
cuando me dijo: Violeta,
ya que conocís la treta
de la vers'á popular,
princípiame a relatar
tus penurias "a lo pueta".

Válgame Dios, Nicanor,
si tengo tanto trabajo,
que ando de arriba p'abajo
desentierrando folklor.
No sabís cuánto dolor,
miseria y padecimiento
me dan los versos qu'encuentro;
muy pobre está mi bolsillo
y tengo cuatro chiquillos
a quienes darl' el sustento.

En ratitos que me quedan
entre campo y grabación,
agarro mi guitarrón,
o bien, mi cogot'e yegua;
con ellos me siento en tregua
pa' reposarme los nervios,
ya que este mundo soberbio
me ha destinado este oficio;
y malhaya el beneficio,
como lo dice el proverbio.

Igual que jardín de flores
se ven los campos sembra'os,
de versos tan delica'os
que son perfeutos primores;
ellos cantan los dolores,
llenos de fe y esperanzas;
algotros piden mudanzas
de nuestros amargos males;
fatal entre los fatales
voy siguiendo estas andanzas.

Por fin, hermano sencillo,
que no comprendís mi caso;
no sabis que un solo lazo
lacea un solo novillo.
Pica'o tengo el colmillo
de andar como el avestruz,
sin conseguir una luz,
ni una sed de agua siquiera.
Mientras tanto, la bandera
no dice ni chuz ni muz.

Análisis:
En ésta décima Nicanor (el hermano de Violeta) le pide que le enseñe a escribir poesía para poder relatar sus penas, ya que admiraba a un fulano famoso que escribía poesía; “ya que conocís la treta de la vers'á popular, princípiame a relatar tus penurias "a lo pueta". Violeta le habla de lo difícil y sacrificado que es recitar folklore, ya que no se gana mucho y ella debe trabajar bastante para alimentar a sus 4 hijos. Se muestra claramente la lucha día a día que debe vivir la poeta contra la pobreza, cuenta que vive en miseria, dolor, padecimiento, etc. En sus tiempos libres canta con su guitarra para desahogarse. En el último párrafo se dirige a su hermano resumiéndole en una frase que escribir y cantar le alcanzan para vivir “sin conseguir una luz, ni una sed de agua siquiera”.



Pero, pensándolo bien,
y haciendo juicio a mi hermano,
tomé la pluma en la mano
y fui llenando el papel.
Luego vine a comprender
que la escritura da calma
a los tormentos del alma,
y en la mía que hay sobrantes;
hoy cantaré lo bastante
pa' dar el grito de alarma.

Empezaré del comienzo
sin perder ningún detalle,
espero que no me falle
lo que contarles yo pienso;
a lo mejor no convenzo
con mi pobr' inspiración
escas' ando de razón,
mi seso está 'polilla'o,
mi pensamiento nubla'o
con tanta preocupación.

Recularé algunos años
y de lugar mudaré,
así les resaltaré
sin "coilas" y sin engaños;
que se descarguen los daños
en la pobre relatora,
por no valerle hast'ahora
haberse amarra'o a Chile.
Si el canto no le da miles,
válgame Dios, la cantora.

Primero, pido licencia
pa' "transportar" la guitarra;
después, digo que fue Parra
quien me donó l'existencia.
Si me falta l'elocuencia
para tejer el relato,
me pongo a pensar un rato
afirmando el "tuntuneo",
a ver si así deletreo
con claridez mi relato.

Tenga calma la compaña
ya viene la despedí'a;
la poca sabiduría
mis ocurrencias empaña.
Siempre la suerte m'engaña
por mucha ilusión que tenga;
que la fuerza me sostenga
si el sacrificio es en vano,
y no me condene, hermano:
no hay mal que por bien no venga.

Análisis:
En este poema habla de que ella no escribe poemas con el propósito de ganar algo, puede obtener este beneficio, pero lo esencial es que hacerlo le brinda paz interior, su alma y espíritu se libran de todo atormento que puedan haberle causado sus constantes sacrificios, los cuales también son razones para escribir con libertad sus experiencias de sufrimiento, pero se toma su tiempo en pensar lo que va a escribir, para que cuando otra gente lo lea se le olvide la menor cantidad de detalles posibles, y así dar a conocer su vida e historia lo más realista que se pueda, lo que hace reaccionar a la gente que lo tiene todo y dar gracias por ese hecho.



Mas van pasando los años,
las cosas son muy distintas:
lo que fue vino, hoy es tinta;
lo que fue piel hoy es paño;
lo que fue cierto, hoy engaño,
todo es penuria y quebranto,
de las leyes de hoy me espanto;
lo paso muy confundida
y es grande torpeza mida
buscar alivio en mi canto.

Han visto la mantequilla,
dicen de que's vegetal,
y que de leche animal
fabrican la mostacilla.
Las líneas de las chiquillas,
desmáyese el más sereno,
que lo que miran por seno
no es nada más que nilón.
Pregunto con emoción:
¿Quién trajo tanto veneno?

En este mundo moderno
qué sabe el pobre de queso,
caldo de papa sin hueso.
Menos sabe lo que es terno;
por casa, callampa, infierno
de lata y ladrillos viejos.
¿Cómo le aguanta el pellejo?,
eso sí que no lo sé.
Pero bien sé que el burgués
se pit´al pobre verdejo.

Yo no protesto por migo,
porque soy muy poca cosa,
reclamo porque a la fosa
van las penas del mendigo.
A Dios pongo por testigo
que no me deje mentir,
no me hace falta salir
un metro fuera' e la casa
pa' ver lo que aquí nos pasa
y el dolor que es el vivir.

Dispénsenme las chiquillas
si m' he salido del tema,
es qu' esta verdad me quema
el alma y la pajarilla.
Quemá' está la sopaipilla;
p'al pobre ya no hay razones;
hay costra en los corazones
y horchata en las venas ricas,
y claro, esto a mí me pica
igual que los sabañones.

Análisis:
Violeta habla de que la vida ha subido y cambiado mucho, debe luchar contra las injusticias que ahora trae; “lo que fue piel hoy es paño, lo que fue cierto, hoy engaño”. Ella siempre se alivia cantando frente a sus preocupaciones (lo falsas que son las cosas, la ley del embudo, en donde una persona no esforzada ni sacrificada que tiene mejor situación económica tiene más oportunidades que una persona pobre, muy esforzada, que lo da todo para abastecer a su familia en una mala situación económica, pero lo más preocupante para la cantante folklórica es que gente en situaciones similares a la de ella no se expresen en un papel, que no escriban sus penas y experiencias, que no dejen memoria de quienes fueron y por lo que tuvieron que vivir en su día a día para dar a conocer a los demás lo valioso que es sentir la satisfacción de ver a la familia feliz, significa mucho más que el dinero y las cosas materiales porque, a fin de cuentas, todo es en torno a esas 2 cosas. Al leer las vidas de estas personas, la gente se puede dar cuenta del amor incondicional e infinito que se le tiene a la familia, y que todos los sacrificios que hacen por ellos valen la pena, nada es en vano.



La suerte mí fatal
no es cosa nueva, señores,
me ha dado sus arañones
de chica muy despiadá;
batalla descomunal
yo libro desde mi infancia;
sus temibles circunstancias
me azotan con desespero,
dejándome años enteros
sin médula y sin sustancia.

Dice mi mama que fui
su guagua más donosita,
pero la suerte maldita
no lo quiso consentir;
empezó a hacerme sufrir
primero, con la alfombrilla,
después la fiebre amarilla,
me convirtió en orejón.
Otra vez, el sarampión,
el pasmo y la culebrilla.

De Santiago, pa' Lautaro
con siete crías colgando,
petaca y monos andando,
busca mi taita reparo.
Su capataz l'hizo un aro
diciendo: Mire, Parrita,
la cosa está aquí malita,
se le traslada p'al Sur,
acomode su baúl,
recíbame esta platita.

Mi taita fue muy letrario:
paà profesor estudió,
y a las escuelas llegó
a enseñar su diccionario.
Mi mama como canario
nació en un campo florí'o;
como zorzal entumí'o
creció entre las candelillas;
conoce lo qu'es la trilla
la molienda y l'amasijo

Con un chiquillo en los brazos,
los otros seis a la cola,
entramos como una ola contentos como payasos,
casi pisando los pasos
de mi preocupa'o paire,
que los monta por los aires
a una casa misteriosa
que yo la vi más hermosa
que la capilla del fraile.

Análisis:
Al leer esta décima, podemos notar claramente la lucha de la familia Parra contra las enfermedades de Violeta y el sufrimiento que vivió por mucho tiempo, por esto mantuvieron su fe y su esperanza para que la maldición que la vida le había enviado a la pobre niña no terminara con su vida, al igual que con anteriores víctimas de la misma que, al parecer, no lucharon lo suficiente o simplemente no estaban preparados para tal tipo de sufrimiento. Muchos conocidos fueron a apoyarla para que pudiera salir adelante y vencer al mal que había contraído, entregándole la mayor cantidad de amor posible, al final ayuda bastante en el ánimo y el entusiasmo con el que la inocente joven fuera venciéndolo. Pero no todos sabían que éste mal era contagioso y obviamente no querían compartirlo, en ese momento, no tenía otra alternativa que luchar sola con el mayor empeño posible.



Con moño y delantal blanco
a los seis años justitos,
sl brazo mi cuadenillo
me voy al colegio al tranco.
En viendo el camino franco
me puse a dar unos brincos.
Me dobla fuerza y ahínco
tal seremil de chiquillas,
volando cual candelilla
contaba de uno hasta cinco.

Aquí principian mis penas,
lo digo con gran tristeza,
me sobrenombran "maleza"
porque paresco un espanto.
Si me acercaba yo un tanto,
miraban como centellas,
diciendo que no soy bella
ni pa' remedio un poquito.
La peste es un gran delito
para quien tiene su huella.

De llapa, mis compañeras
eran niñitas donosas,
como botenes de rosa
o flores de l'azucena.
P'a más desgracia, docenas
lucían su buena plata,
la Viola, una garrapata
menor d'un profesorcito
de sueldo casi justito,
se nos volvía hojalata.

Declaro la estimación
qu'en mucha gente encontramos,
perfume son de retamos;
el sentido y la unión
se siente en el corazón
cuando nos brindan la mano.
Mas, el cariño d'hermano
se pierde en el infinito,
cuando falta el pan bendito
par' el vivir del critiano

Diez bocas siempre pidiendo
lleva mi maire el problema,
vestidos, botas y medias,
panes al mes son seiscientos.
Pa' no andasr con lamentos
remiendo noches enteras,
cosiéndole a Valenzuela
y al dueño 'e la propiedad,
pero esta plata, en verdad,
por el arriendo descuentan.

Análisis:
Violeta sentía una enorme felicidad por ir al colegio, pero no sabía lo que le esperaba ya que, al llegar, la tristeza comenzó a surgir en su vida. La sobre nombraron “maleza” por las secuelas que había dejado la terrible enfermedad en su cara, sólo por este hecho trataban muy mal a la pobre niña que lo único que había hecho era caer bajo una maldición de la vida, sin saber por qué razón. Los demás lo tenían todo, por lo que podemos apreciar que hasta en su colegio las clases sociales estaban bastante marcadas. Como no fue bien acogida por sus compañeros al no representar la situación económica y física que la haría algo popular entre ellos, agradece a su familia, por el amor interminable que le daban, que la hacían olvidar los malos momentos que había vivido en su colegio a causa de los insultos que sus compañeros le decían. Al final se muestra la lucha que vive su madre para alimentar a 10 personas, a pesar de todos los sacrificios y el trabajo duro, el dinero obtenido se esfuma al momento de pagar el arriendo y hay que abastecerse con lo que haya.



Por éstas y otras razones
que van a salir al baile,
no era vidita de freile
la que pase en ese entonces.
Cual campanario de bronce,
l'esposa reta que reta
al taita qu'en la chupeta
se le va medio salario,
mientras anuncian los diarios
que sube la marraqueta.

Y cómo no iba a tomar
con tan crecidos pesares,
cruzando bravidos mares
en centro del huracán.
Los sesos me han de saltar
con esta dura existencia,
me aburro con la paciencia,
comenta con sus amigos;
chupilca de harin'e trigo
me brinda condescendencia.

¡Y quién no toma su trago!
Empiezo por los canutos,
al habiloso y el bruto,
toma el crédulo y el mago,
el ocupa'o y el vago,
el triste con el contento.
Pa' remediar sus tormentos
y el mal d'esta perra vida,
es píldora la bebida
que calma por un momento.

Así como están las cosas
en este preciso instante,
bebe el jefe sumariante
y el panteonero en la fosa,
toma la monja afanosa
y el tira en los cuartelones
y el roto en los callejones,
esto se sabe muy bien,
y en las casas de placer,
niñas y mariposones.

Hay más: en los hospitales
pasa cura'o el enfermo,
le traen en lindo termo,
el zumo de los parrales;
el preso pagando males
en el cuartelm felizcote,
de alcohol, un botellonzote
con el qu'está barnizado,
un trago de cuando en cuando
le cruza por el cogote.

Si quieren poner atajo
pa' remediar este mal,
la casa presidencial
tien'el remedio en la mano.
Él es taita y soberano
del pobre chupa huesos;
mas veo que se hace el leso,
brindando por el embudo,
la ley que nos tiene mudo'
y unguento nos vuelve el seso.

Análisis:
Se habla del abuelo de Violeta, dice que su manera de olvidar sus penas y malos momentos era tomando, por esto, gastaba casi todo su salario en comprar bebidas alcohólicas, dejando la parte mínima para la familia que necesitaba alimentarse con algo. Habla de que todos los que son gente sacrificada, con un trabajo duro, que lo dan todo por sacar adelante a su familia e, incluso, a ellos mismos, toman para olvidar sus sufrimientos del día a día, y que hasta en los hospitales los remedios que les dan son relajantes, algo que les hace olvidar, y en los cuarteles cada uno con su bebida, compartiendo para ayudar a otros a olvidar. En los últimos versos dice que el gobierno tiene el remedio para dejar de tomar, resolviendo las injusticias sociales pero, con la ley del embudo que ya habíamos mencionado (las oportunidades se dan por situación económica, no por inteligencia o esfuerzo), pero claramente los representantes del gobierno, al estar en una buena situación, no daban importancia a los que no tenían, no eran capaces de tomar conciencia del sufrimiento de los pobres que, lo único que les queda, es olvidar bebiendo, malgastando su salario y así reducir la calidad de vida de sus familias.




¡Válgame Dios cómo están
todos lo pobres cristianos
en este mundo ihumano
partidos mita’ a mita’!
Del rico es esta malda’,
lo digo muy conmovía;
dijo el Señor a María:
son para todos las flores,
los montes, los arreboles.
¿Por qué el pudiente se olvida?

Si el sol pudiera guardarlo,
lo hicieran de buena gana;
de noche, tarde y mañana
quisiera acapararlo;
por suerte que pa’ alcanzarlo
se necesitan aviones.
De rabia esconden las flores,
las meten en calabozos,
privando al pobre rotoso
de sus radiantes colores.

Si entonces no lo supimos,
seguro lo sospechamos,
porque nos faltan las manos
pa’ los botones más finos.
Era un festín tan divino
el naufragar en las olas
que hacían las amapolas,
clarines y cardenales.
Ni por cinco mil reales
celebración más monona.

En un dos por tres, señores,
hicimos las de Caín,
y queda el pobre jardín
en sus pañales menores;
cambiamos aquellas flores
en menos que canta un gallo;
hast’ una flor de zapallo
que culebreaba en la higuera.
Cuando aparece la dueña
sufre un terrible desmayo.

Pagamos aquel desastre
con ochenta chicotazos;
diez por cada bribonazo.
Nos moretearon el traste:
“por qué las flores sacaste,
chiquillos de los demonios”;
ampáranos, San Antonio,
d’este castigo ejemplar;
y andábamos sin chistar
con un susto de demonio.

Análisis:
En este poema se toma el tema del paraíso perdido, desde el principio de los tiempos el mundo, incluyendo todo lo bello que hay en él, ha sido de todos, sin importar tamaño, inteligencia u otros rasgos, pero eso ha cambiado. En los tiempos de Violeta, este paraíso pertenece, en mayor parte, a los burgueses o gente de clase alta, han privado a la gente más pobre del paraíso que tienen enfrente y de muchos de los beneficios que éste entrega, se dejan lo mejor para ellos y los de clase baja les pagan para obtener lo que los ricos tienen y consiguen gratuitamente o por menos dinero.
El gobierno no tomó medidas frente a éstas injusticias, siendo el pobre mucho más esforzado y humilde que el rico que lo tiene todo sin mover un dedo.



Un ojo dejé en Los Lagos
por un descuido casual,
el otro quedó en Parral
en un boliche de tragos;
recuerdo que mucho estrago
de niña vio el alma mía,
miserias y alevosías
anudan mis pensamientos,
entre las aguas y el viento
me pierdo en la lejanía.
Mi brazo derecho en Buin
quedó, señores oyentes,
el otro por San Vicente
quedó, no sé con qué fin;
mi pecho en Curacautín
lo veo en un jardincillo,
mis manos en Maitencillo
saludan en Pelequén,
mi falda en Perquilauquén
recoge unos panecillos.
Se m'enredó en San Rosendo
un pie al cruzar una esquina,
el otro en la Quiriquina
se me hunde mares adentro,
mi corazón descontento
latió con pena en Temuco,
y me ha llorado en Calbuco,
de frío por una escarcha,
voy y enderezo mi marcha
a la cuesta 'e Chacabuco.
Mis nervios dejo en Granero,
la sangr'en San Sebastián,
y en la ciudad de Chillán
la calma me bajó a cero,
mi riñonada en Cabrero
destruye una caminata,
y en una calle de Itata
se me rompió el estrumento,
y endilgo pa' Nacimiento
una mañana de plata.
Desembarcando en Riñihue
se vio la Violeta Parra,
sin cuerdas en la guitarra,
sin hojas en el colihue;
una bandá' de chirigües
le vino a dar un concierto;
con su hermanito Roberto
y Cochepe forman un trío
que cant'a l'orilla 'el río
y en el vaivén de los puertos.

Análisis:
Comienza a hablar sobre los lugares que ha visitado en Chile interpretando sus obras y dando a conocer su talento artístico y musical. Aunque no en todos los lugares fue recibida como debía, pero ella sigue empeñándose en ser escuchada y reestablecer una cultura chilena sólida que muestre la realidad de su pueblo, siendo representado por las obras folclóricas que crea Violeta Parra. Chile es la mayor inspiración para Violeta al escribir e innovar en sus creaciones, ya que lo que ella quiere transmitir es lo que ella siente frente a la injusticias sociales que se viven en el verdadero pueblo chileno, donde se demuestra una lucha constante día a día tratando de sobrevivir frente a los obstáculos que le pone la clase alta.




Del momento en que llegué
mi pobr' hermano estudiante
se convirtió, en un instante,
en pair' y maire a la vez.
Me lleva a una sastrería,
me compr'un lindo uniforme,
se considera conforme
del verme de azul vestida;
en una paqueterida
mercerizados café,
enagua seda crepé,
zapatos de cabritilla;
cambiaba la sopaipilla
del momento en que llegué.
Regreso muy orgullosa
a casa de mi pairino,
me miran con desatino,
me deshojaron la rosa;
si ellas siguen fastidiosas
yo me hago l'interesante,
que dicen qu'estoy flamante
par' ingresar a l'escuela,
contempla su parentela
mi pobr' hermano estudiante.
No sé de qué están hablando,
pero me siento inconforme
mirándom'el uniforme;
parece qu'estoy llorando,
mi hermano lo va notando,
defiende con gran desplante:
la niña es un'aspirante
a un curso de madurez,
la situación al revés
se convirtió en un instante.
Al otro día temprano
llegó com' un profesor,
con libros un gran montón
y un mapamundi en la mano;
con aire de soberano
m'entreg' un libro de inglés,
un cuaderno de francés,
debo embarcarm' en las lenguas;
se vuelve, cuando me arenga,
en pair' y maire a la vez.
Del silabario yo aspiro
al primer' humanidá',
demuestro prosperidá'
en el eusamen al tiro,
mi hermano en preparativo
pasó mes y medio justo,
pero le dio tanto gusto
el día del resulta'o,
no lo he desilusiona'o:
saqué los mejores puntos.

Análisis:
En este poema se puede apreciar que el hermano de Violeta tuvo que asumir la tarea de madre y padre de ella y sus hermanos, ya que sus adres habían muerto y él quedó a cargo de cuidar y sacar adelante a sus hermanos. Su hermano va a comprarle ropa a Violeta, se preocupa por ella, se compadece de su hermano, él debe hacerse cargo de todo a partir de ahora, cuenta con el apoyo de los padrinos de Violeta, pero no es suficiente porque el también debe ir al colegio. Le contrataron un profesor particular con el que Violeta pudo estudiar sin ir al colegio y sacó muy buenos resultados, esto ocurrió (por lo que sabemos) porque a Violeta la molestaban mucho en el colegio por tener manchas en su rostro por una serie de enfermedades que contrajo cuando era niña.

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