Vida y Obra de Violeta Parra

Ésta multi-mujer, muy reconocida en su país y en todo el mundo por sus muchos talentos, nació el 4 de octubre de 1917.
Hacia 1927, Violeta y su familia viajan a Chillán donde no tuvo una infancia fácil, tanto por las enfermedades que constantesmente contraía como por el ámbito económico familiar, ya que el gobierno de esos años (Carlos Ibáñez del Campo) no ayudó mucho, pues varios empleados fueron despedidos y la madre de Violeta (Clarisa Sandoval Navarrete), hizo todo lo que pudo para sacar adelante a su familia.
Dese niños, Violeta y sus hermanos fueron entrando en el mundo del espectáculo, haciendo actuaciones callejeras, y en su adolescencia ya sabía tocar guitarra y había compuesto sus primeras canciones, pero las cosas tomaron un curso distinto... La familia empezó a presentarse cantando en donde pudieran para ganar algo de dinero y así ayudar a su papá (Nicanor Parra) que estaba bastante enfermo, pero murió en 1929 y la situación económica de la familia empeoró.
Violeta, a sus 15 años, se fue a vivir a Santiago con su hermano Nicanor que estudiaba ahí. Entró a la escuela, pero se salió porque le interesaba el canto, y comenzó a hacer presentaciones con su hermana Hilda ("Las hermanas Parra"). Su familia entera se mudó a Santiago, su madre se casó con otro hombre, tuvo dos hijos y se separó por el carácter de Violeta .
A fines de los 40', junto a su hermana lanzaron sus primeros discos, con "singles" de canciones populares chilenas.
A principio de los 50' comenzó a reunir tradiciones musicales por barrios de todo el país y conoció a varios poetas chilenos. Ayudada por su hermano Nicanor, defendió a música chilena, y descubrió que ésta saca los valores de la identidad nacional como nadie.
Comenzó a grabar sus primeros sencillos, hasta tuvo un programa de radio ("Canta Violeta Parra"), con el que ganó el premio Caupolicán a la folclorista del año, y la invitaron a cantar en un destival juvenil en Varsovia, Polonia.
Al viajar pasó por París y la empezaron a reconocer y seguir en Europa (gran logro) y mientras estaba ellá supo que su hija había muerto, la pena hizo multiplicar su creatividad musical y artística. Los discos que grabó eran acompañados únicamente por su guitarra de palo.
Comenzó a hacer otros tipos de arte, como pinturas al óleo, cerámicas y arpilleras.
Trabajó un tiempo en un museo y luego dió conciertos folclóricos por todo Chile.
Era más admirada en el extranjero que en su país, ya que pocos apreciaban su música, por lo que se fue a Francia e intensificó su actividad artística, tratando de infundir el folclore chileno.
Fue la primera latinoamericana en exponer en el museo de Loure individualmente y filmó un documental sobre su trabajo en Suiza.
Al volver a Chile instaló un gran centro culturista folclórico, pero no fue apoyado por el público.
A fin de cuentas, la desaprobación de su país ante su gran talento artístico la llevó a su muerte (se suicidó en su centro cultural) el 5 de febrero de 1967, a sus 49 años, dejándole su legado a Chile.